Este año iniciamos nuestro último tramo del camino al objeto de completar el Camino de Santiago, aventura que nos propusimos realizar allá en el 2011. Sin duda alguna nos embarga una fuerte emoción. Ya no somos los mismos. Cuando lleguemos, habrán sido 844,7 kilómetros de historia, de arte, de gastronomía, de esfuerzo, de compartir, de amistad, de introspección interior y de gran riqueza vital. 844 km!, sí, tal como los midieron nuestros amigos Acacio y Orietta del albergue peregrino de Viloria de Rioja, en Burgos. Saber, conocimiento, cultura, sentimientos imposibles tantas veces de expresar, se uniràn en nuestro interior y nos acompañarán como una mochila vital para el resto de nuestros días. Gracias a todos los peregrinos y gentes que hemos conocido, buenas gentes sobre piedras y barro. Gracias a vosotros, por compartir con nosotros este trozo de nuestra vida. Ya lo sabéis: la vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero.
Veo que se cumple la ley de banderas, ehh!! jajajaja
ResponderEliminarya ves! deformación profesional total y absoluta! jajaja.
Aunque las buenas costumbres no se pierden; hoy vispera de vacaciones, asaltamos tu despacho para hacer el vermutito semanal... Nos hemos acordado mucho de tiii!!!
Ánimooo!!!!!!
Esfectivamente Patri, aquí no tendrías tanto trabajo!! jajajajaja. Me encanta que hayáis seguido con las buenas costumbres. No se deben perder y además, hay que utilizar los espacios como Dios manda! Un besiño para todos
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