Este año iniciamos nuestro último tramo del camino al objeto de completar el Camino de Santiago, aventura que nos propusimos realizar allá en el 2011. Sin duda alguna nos embarga una fuerte emoción. Ya no somos los mismos. Cuando lleguemos, habrán sido 844,7 kilómetros de historia, de arte, de gastronomía, de esfuerzo, de compartir, de amistad, de introspección interior y de gran riqueza vital. 844 km!, sí, tal como los midieron nuestros amigos Acacio y Orietta del albergue peregrino de Viloria de Rioja, en Burgos. Saber, conocimiento, cultura, sentimientos imposibles tantas veces de expresar, se uniràn en nuestro interior y nos acompañarán como una mochila vital para el resto de nuestros días. Gracias a todos los peregrinos y gentes que hemos conocido, buenas gentes sobre piedras y barro. Gracias a vosotros, por compartir con nosotros este trozo de nuestra vida. Ya lo sabéis: la vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero.

domingo, 20 de abril de 2014

Etapa 9 O Cebreiro-Triacastela

Orballo. Néboa. La niebla que ayer cubrió O Cebreiro, ha dormido con nosotros y ha decidido acompañar. No vemos la salida. Caminamos por una senda sin saber si es la correcta. Silencio. Sólo nuestros pasos estorban el sonido del silencio. Ni el crujir de una rama. Ningún pajarillo ha salido a levantar la mañana. Miedo. La néboa y el orballo no son de aconsejar cuando caminan juntos. Blanco. Sólo blanco es el color de O Cebreiro esta mañana y nos deja sólo ver lo que quiere que veamos. Alcanzamos en silencio el Teso da Cruz, sin saber muy bien cómo, muy bien dónde. Una pista forestal nos guía a la parroquia de Santo Estevo de Linares cuya iglesia prerrománica de una nave nos recibe. Frío. Hace frío esta mañana. Caminamos ligeros como para no molestar a néboa. Allá al fondo el peregrino. Entre niebla y blanco se vislumbra la escultura en bronce de un peregrino medieval. Lo miramos y le comprendemos. Comparte con nosotros su gesto, su esfuezo. Seguimos y pasamos por Hospital, por Padornelo perseguidos por la niebla que deja a nuestro paso crujidos fantasmagóricos. No escuchamos pájaro alguno. No quieren. Asaltamos sin dudar el Alto do Poio. Son sólo 400 metros, pero qué duros! Estamos a 1335 metros de altitud, el techo del camino francés en a terra galega. Reponemos fuerzas en el bar que nos acoge: el café con leche y la tostada de mantequilla con miel sabe a ambrosía. El descenso llegará. Y tras O Biduedo, se recrudece. Parece abrirse el día y algún pajarillo atrevido canta. Pero el orballo hace acto de presencia. Parada. Hay que proteger las pertenencias. Vueltas y vueltas. Descenso y descenso. Piedra y barro. Ya no paramos. Pasamos Fillobal, pasamos Pasantes, pasamos Ramil. Las canelas vacas gallegas salen a pastar. Llegamos a Triacastela. El paisaje ha sido majestuoso. Nos miraba y atendía nuestro paso. Colores de todos los colores. Orballo y néboa. Mañana, si ellos quieren, llegaremos a Sarria. Será el final del camino. 
Au siau!

2 comentarios:

  1. Vamooooooosss!!! Qué ya lo tenéis!! Último esfuerzo para la última etapa!!!
    Ya veo que las recompensas de final de etapa (comilonas...) son de escándalo!! ;) ben fet!!
    A reponer fuerzas! un besazo a este equipo que se supera día a día! muaaaaa

    Carolain

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  2. Allaaaaaáaa vamoooooossssss!!Sí, sí!!!. Pedazo de paisaje a nuestro paso. Hoy ha sido espectacular. Repondremos fuerzas,(aun con un diente menos). Kisses

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