Prueba conseguida!!! Estoy contento. Tenía cierta tensión pensando en esta etapa por el fuerte descenso que al largo de unos 8 km. te lleva desde El Acebo a Molinaseca, algunas veces bastante acusado. No sabía cómo me iban a responder las articulaciones, pero finalmente estamos "sans i estalvis" en Ponferrada. Supongo que ha sido esta tensión la que me ha llevado a levantarme a las 6 y 10 de la mañana bajo el total asombro de chuqui. Me han despistado Alfonso y Cándido, dos caminantes que se van cambiando de habitación para evitar los ronquidos de "algún caminante". Al no verlos, he pensado que ya era la hora pero no. Ya que estaba, me he duchado, nos hemos vestido y a la calle. Como véis en la foto era de noche. noche, o sea que hemos abierto una nueva vía en esto del camino: etapas nocturnas. No hacía frío y con la luz de la linterna y del amanecer, hemos llegado a la Cruz de Ferro, cruz que es un símbolo del camino y donde cada peregrino tira una piedra de espaldas, como tirando sus mal o pecados en la vida. Sobre el km 5 hemos topado con el refugido de Manjarín que regenta Tomás, un hospitalario templario que tiene el refugio muy "templario". Siempre por ayudar, hemos dejado un donativo. Aquí ha empezado una etapa paisajísticamente im-presionante. Con robledos a nuestro lado teníamos cimas nevadas a ambos lados de nuestra vista tras pasar la cima del monte Irago. De momento, la mejor etapa del camino 2014 y una de las mejores de todo el camino. A pesar de todo el descenso acusado hasta El Acebo ha sido duro. Las rodillas han sufrido bien, ya que han sido 7 km de bajada y toboganes sobre suelo mayoritariamente empedrado. El Acebo como el resto de localidades de hoy son una belleza. Hemos pasado a El Bierzo y en esta comarca las casonas son de piedra y buena madera y se nota la voluntad de preservar y de cuidar sus pueblos de montaña. Muy bien. El descenso nos ha dado un poco de respiro hasta Riego de Ambrós y se recrudece el desnivel hasta Molinaseca al lado de un riachuelo, por un muro de verde precioso, pero bajando. Molinaseca es también espectacular, entrando por un puente románico y con el santuario de la Virgen de las Angustias. A partir de Molinaseca hasta Ponferrada se nos ha hecho duro por el calor, por un recorrido de más asfalto y por la pésima señalización del camino con flechas amarillas, blancas y azules. La entrada en Ponferrada es por barriadas de la localidad y es la última gran ciudad antes de llegar a Santiago.
Au siau!
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