Tras la suculenta cena que ayer pudimos degustar en San Martín del Camino (sopa de caldo consistente y un pollo bien asado junto a pastel casero de queso), nos hemos despertado con marcha. Otro caminante, Cándido, nos ha acompañado y dado agradable conversación durante un buen trecho, separándonos en Puente Órbigo. Nos hemos deleitado con la vista del famoso puente del Passo Honroso, donde el caballero Suero de Quiñones em 1434 organizó torneos en honor de su dama retando a quien quisiera batirse con él y atraversar el puente: 727 combates y 166 lanzas en un mes. Pasado el puente hemos entrado en Hospital de Órbigo. Está muy bien esta localidad, llena de albergues y servicios, pero estaba ya a casi 8 km. de nuestro destino de ayer. Hemos decidido seguir hasta Villares de Órbigo, donde hemos parado para desayunar (ya hemos tomado como costumbre andar un par de horas antes de desayunar). El Bar Piris no ha atendido estupendamente con un café con leche buenísimo y dos tostadas, dos. Un bocadillo de tortilla de patatas nos hemos llevado también a muy buen precio, con la simpatía del amo. Nos hemos encontrado un grupo de catalanas que realiza también el camino, animosas, pero ya algo tocadas. A partir de Villares hemos entrado en una etapa preciosa, más jacobea, entre sendas emprendadas y de tierra y rodeados de verde, a veces monte bajo y a veces arboleda. A pesar de todo hemos soportado un calor intenso toda la etapa y conforme ésta iba avanzando nuestro cuerpo lo ha ido notando. Tras unos cuantos toboganes y unos 5 km de senda pedregosa hemos podido respirar con un altiplano. Aquí nos hemos encontrado a David, anacoreta catalán que vive a pie del camino, sin agua, ni luz, ni tecnología, ni coche, ni nada. Vive limpiando el camino y de lo que aquellos que quieran le quieran ofrecer. Su frase ha sido impactante: "La filosofía del camino es todo aquello que no se paga". En vez de buen camino, nos ha despedido
con "Buena vida". Alucinante. Después de esta visión, hemos seguido hasta San Justo de la Vega donde hemos cogido fruta y bebida. El transcurrir hasta Astorga se le ha hecho largo a Chuqui por el calor y las ganas de comer, pero es fuerte y aquí estamos. Tras nuestra consolidada ducha, iremos por supuesto a dar una vuelta por Astorga, población que tiene mucha historia, arte y gastronomía que ofrecer. Mi amigo Richi me ha obligado a prometer que no salgo de aquí sin calzarme un cocido maragato. A ello vamos!
Au siau!
Ya me he puesto al día!!! ya va cogiendo forma este camino 2014, no fede? ;)
ResponderEliminarEsos comentarios de final de etapa de Chuqui... "pues muy bien muy bien.." :D
Parece que en esta última etapa el paisaje ha sido más agradable y no "tan poligonero"..algo es algo. Disfrutadlo y a seguir así chicos!! Mucho ánimo!! A cuidarse esa rodilla frederic!! un besito!! Aquí estaré siguiendo vuestras andanzas!!
Carolina.
Carolina ya era hora que escribieras. El año que viene te esperamos
ResponderEliminarLos caminantes
Carolina ya era hora que escribieras. El año que viene te esperamos
ResponderEliminarLos caminantes
Bueno, bueno...., parece que las etapas ya van luciendo. Dile al narrador de final de etapa que respire y vocalice porque se te va a derritir por el camino, jejeje.... Noto esos ánimos fuertes y curtidos, sois unos cracks...
ResponderEliminarLo de maragato ya nos lo cuentas.
Impresionante lo de David el anacoreta. Id con cuidado que todo se pega, no vaya a ser que tengamos que ir buscaros.
Buen Camino!!!
Bueno a "Perico Chuqui Delgado" hay que cogerle en el momento, que si no se me funde. El cocido, sin parangón. Cómo estaba el tema tú. Dejamos bastante porque Chuqui en seguida se tiró para atrás y después de un festival de cerdo y chorizo, sólo hacía que gritar "grasa!, más grasa no!". Luego llegaron berzas y garbanzos para dar de comer a un cochino. La sopa de cocido, tuve que buscar un hueco como Obelix y las natillas caseras sólo tuve narices de tomar cuatro cucharaditas. Hasta el café y el orujo tuvieron que buscar sitio. Qué animalada!
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