Atravesamos San Martín del Camino junto a la N-120 y, pasado el canal del Páramo y el cartel de fin de población, giramos a la derecha e inmediatamente a la izquierda para tomar el andadero de gravilla que avanza paralelo a la n-120, pasando entre cultivos. A los tres kilómetros pasamos de largo el desvío a Santa Marina del Rey y Villavante. Más adelante nos encontramos con el canal de la presa Cerrajera, un cauce de riego del Órbigo. Un par de kilómetros después nos alejamos de la N-120 por la derecha y pasamos junto a un depósito de agua en ladrillo. Cruzamos la carretera provincial en Puente de Órbigo (Km 6,9) junto a la iglesia de Santa María. De inmediato vemos el río Órbigo y el prolongado puente del Passo Honroso, donde Suero de Quiñones retó en 1434 a todo caballero que pretendiera cruzarlo (el 2012 se inauguró su sistema de iluminación que se puede ver a última hora del día). Cruzamos el Passo, para acceder a Hospital de Órbigo, con la iglesia de San Juan Bautista del siglo XVIII (Km 7,7). Progresamos por la calle principal hasta la salida, donde una señal clavada en un poste muestra las dos alternativas para el resto de la etapa (Km 8): de frente continúa la ruta histórica por un andadero paralelo a la N-120 y, a la derecha, opción muy valorada por los peregrinos, el camino va hacia Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias por paisaje agrario y de monte bajo. Ambas opciones se juntan en el crucero de Santo Toribio.
Cogemos la segunda opción y giramos a la derecha por una pista rodeada de paisaje agrícola, acequias y hortalizas. Llegamos hasta Villares de Órbigo (Km 10), que atravesamos para ir a la siguiente localidad. A las afueras de Villares de Órbigo cruzamos una carretera local y tomamos un camino junto a una nave de ladrillo visto. Pasamos junto a un merendero y subimos por monte bajo (a la izquierda vemos un plano de la fértil vega del río Órbigo, con choperas, canales y cultivos). Seguimos y llegamos hasta una carretera local (Km 11,5) que conduce hasta la cercana población de Santibáñez de Valdeiglesias (Km 12,6). Entramos por la calle Camino de Villares, continuamos por la calle Real y torcemos a la derecha por Carromonte Bajo, donde está el albergue parroquial. Termina la calle y salimos de Santibáñez por una pista ancha, pedregosa, junto a unas naves ganaderas. Entre parcelas de vid, nos dirigimos a una cruz labrada con una serie de figuras, entre ellas un espantapájaros (Km 13,8). Bajamos unos 700 metros, dejando a la izquierda un pequeño barranco y luego ascendemos entre quejigos y chaparros. Seguimos por la incómoda pista de subidas y bajadas, hasta una subida final y llegamos así a un altiplano (Km 17,5), dejando a mano derecha una nave llamada Majada de Ventura. Cruzamos una carretera y una larga recta nos lleva hasta el crucero de Santo Toribio, mirador sobre San Justo de la Vega, la ciudad de Astorga y el monte Teleno, que con sus 2.188 metros es la cumbre más alta de los montes de León. En este mismo lugar, en el siglo V, el obispo de Astorga, tras ser expulsado de su sede, profirió: "De Astorga, ni el polvo". (Km 19,1).
Descendemos para entrar a San Justo de la Vega y atravesamos la localidad por la calle Real (Km 20,3). A las afueras salvamos el río Tuerto por una pasarela metálica paralela al puente de piedra y unos metros más adelante dejamos el paseo y tomamos una pista que avanza junto a una nave. La pista desemboca en el río Jerga, que sorteamos por un
pequeño puente de origen romano. Giramos a la izquierda y nos acercamos hasta la pasarela metálica que salva las vías del tren (Km 23). El puente es un laberinto de rectas y alturas que nos sitúa junto al primero de los albergues de Astorga. Pasamos la desmantelada vía Plasencia - Astorga y tras la rotonda, que alberga el nombre romano de Astorga: Asturica Augusta, subimos hasta la calle Perpetua Socorro, donde giramos a la izquierda. A continuación, una dura cuesta nos acerca al albergue de los Amigos del Camino y al conjunto formado por la capilla de la Vera Cruz y la iglesia de los Padres Redentoristas; quedan 300 metros para llegar al Ayuntamiento (Km 24,2), fin de etapa.
pequeño puente de origen romano. Giramos a la izquierda y nos acercamos hasta la pasarela metálica que salva las vías del tren (Km 23). El puente es un laberinto de rectas y alturas que nos sitúa junto al primero de los albergues de Astorga. Pasamos la desmantelada vía Plasencia - Astorga y tras la rotonda, que alberga el nombre romano de Astorga: Asturica Augusta, subimos hasta la calle Perpetua Socorro, donde giramos a la izquierda. A continuación, una dura cuesta nos acerca al albergue de los Amigos del Camino y al conjunto formado por la capilla de la Vera Cruz y la iglesia de los Padres Redentoristas; quedan 300 metros para llegar al Ayuntamiento (Km 24,2), fin de etapa.
Dificultades: El tramo de 6,5 km. entre Santibáñez de Valdeiglesias y el crucero de Santo Toribio puede hacerse pesado por el piso pedregoso y los toboganes del final.
Observaciones: Los que hayan pernoctado en Villar de Mazarife reanudan el Camino por carretera local hasta La Milla del Páramo, que se deja a la derecha. A partir de este punto avanzan por pista de tierra hasta Villavante, que no se atraviesa y se deja también a un lado. A 800 metros de Villavante, se cruzan las vías del ferrocarril y un kilómetro y doscientos metros después la autopista AP-71 (León - Astorga). Un kilómetro de carretera local sitúa al peregrino en Puente de Órbigo, donde se une al Camino Francés procedente de San Martín del Camino. Los peregrinos que no tomen en Hospital de Órbigo la variante por Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias, avanzarán en paralelo a la N-120 hasta el crucero de Santo Toribio, donde se unen los dos itinerarios. Ésta opción es más aburrida pero un par de kilómetros más corta que la de Santibáñez.
Qué ver:
Puente Órbigo y Hospital de Órbigo: El inacabable puente sobre el río Órbigo, que estrenó su iluminación en 2012, une las dos poblaciones. Fue construido en el siglo XIV aunque remodelado. Es famoso porque en 1434, el caballero leonés don Suero de Quiñones, organizó un torneo de armas retando a todo caballero que quisiera traspasar el puente, a romper tres lanzas contra él y sus nueve acompañantes, todo para conquistar a su dama Leonor Tovar. Se corrieron 727 carreras y se rompieron 166 lanzas en un mes, con la excepción del día 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol. Cumplido el torneo -sólo murió un caballero- peregrinaron a Santiago de Compostela donde Suero de Quiñones entregó al apóstol una cinta azul que pertenecía a su dama. El río Órbigo nace de la confluencia de los ríos Luna y Omaña y desemboca en el Esla. Sus aguas albergan una buena población de trucha Común, ingrediente principal de las afamadas sopas que se preparan en Hospital de Órbigo. (la localidad se levantó junto al hospital de los Caballeros de San Juan). La iglesia de San Juan Bautista, que recogió el legado del hospital, es del siglo XVIII y conserva un retablo plateresco.
Villares de Órbigo y Santibañez de Valdeiglesias: En Villares de Órbigo está situado el Ayuntamiento, cuyo municipio engloba a Villares de Órbigo, a Moral de Órbigo, San Feliz de Órbigo, Santibáñez de Valdeiglesias y Valdeiglesias. Durante la Edad Media fue un señorío propiedad de la familia Quiñones y arciprestazgo de Astorga. La iglesia de Santiago de Villares de Órbigo guarda una talla de madera de la Virgen del Carmen
Astorga: Con 12.000 habitantes, está emplazada en un cerro entre los ríos Jerga y Tuerto. Astorga, la Asturica Augusta de los romanos, fue en su origen un campamento militar construido durante la campaña de las guerras cántabras en los años 29 a 19 a.C. Debido a la presencia de minas de oro, la ciudad fue creciendo. La Catedral de Santa María, es de finales del siglo XV. La fachada occidental es plateresca y las capillas y la puerta de la sacristía se atribuyen A Gil de Hontañón. El Ayuntamiento de Astorga, fue construido en 1675. El reloj de la fachada, obra de Bartolomé Fernández, tiene dos autómatas maragatos - Juan Zancuda y Colasa – que repican la campana para dar las horas. El Palacio episcopal, alberga el Museo de los Caminos, con una amplia colección de arte sacro. El edificio es obra de Antonio Gaudí. El recinto amurallado original fue construido en época romana, entre finales del siglo III y comienzos del siglo IV pero ha sido muy modificada, sobre todo en el siglo IX y en distintas épocas posteriores. Hay que degustar el cocido maragato (peculiar porque primero se sirve la carne, luego las verduras y finalmente la sopa) y las famosas mantecadas y los hojaldres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario