Despedimos Foncebadón entre muros caídos y la iglesia. A la salida tomamos el camino de la izquierda, que en suave pendiente nos acerca hasta la carretera LE-142, que nos acompañará en la etapa de hoy (Km 1,5). Por una senda paralela a la carretera, llegamos hasta la Cruz de Ferro, situada a 1500 metros de altitud. el techo del Camino Francés, y no es más que una pequeña cruz de hierro aupada por un enorme mástil de madera. De espaldas a la cruz es tradición arrojar una piedra al montón ya levantado (gesto calcado al que hacían los segadores gallegos cuando se desplazaban a Castilla para trabajar en los campos de cereal y también los arrieros y los pastores trashumantes (Km 2,2).
Junto a la cruz se erigió en 1982 una capilla consagrada a Santiago Apóstol. Retomamos la marcha por la senda paralela a la LE-142. Serbales de Cazadores, árbol distinguible por sus gruesos racimos de bayas rojas, arropan nuestros pasos. Dos kilómetros y trescientos metros después de la Cruz de Ferro nos plantamos en el refugio de Manjarín, el albergue más peculiar del Camino gestionado por Tomás Martínez, el hospitalero templario. El tañido de una campana y las señales del humo de una hoguera nos guían hacia su interior, y el ambiente de puertas adentro es mejor descubrirlo (Km 4,5).
Algo más de 7 kilómetros separan el refugio de Manjarín de El Acebo. El itinerario discurre siempre paralelo a la carretera. Los primeros 3,5 kilómetros son llanos y dejamos a un lado la Base militar de Transmisiones, situada bajo Peña Llabaya y abandonada en 1990. Un kilómetro más adelante de la Base comienza el descenso con vistas a Ponferrada. La senda es pedregosa y en fuerte pendiente.
Tras esos siete kilómetros, el Camino se presenta en El Acebo, la primera localidad de El Bierzo. Documenta Juan Uría que los vecinos de esta localidad estuvieron libres de impuestos a cambio de colocar ochocientas estacas para indicar el camino a los viajeros. Cuando llegamos a El Acebo, (Km 11,6), ya hemos completado en más de un 40%. Saliendo de la localidad, nos topamos con una escultura realizada por Eulogio Pisabarros en memoria de Heinrich Krausse, peregrino alemán que falleció realizando el Camino.En lugar de transitar por el camino seguimos por la propia carretera durante 2 km. Después retomamos la senda paralela para llegar a Riego de Ambrós. La atravesamos de punta a punta, pasando junto a la plaza San Sebastián, donde se encuentra el albergue de peregrinos y la fuente. (Km 15).
Tejados de pizarra y balconadas de madera dan paso a una senda, que desciende bajo castaños y el arroyo de Prado. Llegamos de nuevo junto a la carretera (Km 16,4), que volvemos a dejar para iniciar un descenso tortuoso que dejará su huella en nuestros cuadriceps. Dsembocamos en la LE-142 (Km 19,2) y continuamos por ella. Al pie de la carretera está el Santuario de la Virgen de las Angustias, del XVII y que cede el paso al puente medieval sobre el río Meruelo, por el que entramos en Molinaseca. (Km 19,7). Cruzamos la localidad por la calle Real que desemboca en la avenida de Fraga Iribarne, junto a la LE-142. Pasamos los albergues y dejamos la carretera tras una pista de tenis. Giramos a la derecha y tomamos un camino que progresa cerca del río Meruelo y que se va acercando a la carretera. Ojo, porque al llegar a la carretera (Km 22,5) no hay que seguir por el paseo paralelo a ésta que pasa junto a la urbanización Patricia. Un mojón
algo escondido bajo el arcén izquierdo de la carretera nos señala la dirección correcta. Una pista con algún tobogán, conduce hasta Campo, . localidad que cuenta con una fuente romana, la ermita del Santo Cristo, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encina y las casas solariegas de los Lunas. (Km 24). Salimos por el asfalto, buscando la vega del río Boeza, que fluye a la derecha del itinerario. Varias barriadas nos escoltan hasta cruzar el río (Km 26,4) y cuatrocientos metros después salvamos las vías para acabar la etapa. Ponferrada y el albergue parroquial de San Nicolás de Flüe nos recibe (Km 27,3).
algo escondido bajo el arcén izquierdo de la carretera nos señala la dirección correcta. Una pista con algún tobogán, conduce hasta Campo, . localidad que cuenta con una fuente romana, la ermita del Santo Cristo, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encina y las casas solariegas de los Lunas. (Km 24). Salimos por el asfalto, buscando la vega del río Boeza, que fluye a la derecha del itinerario. Varias barriadas nos escoltan hasta cruzar el río (Km 26,4) y cuatrocientos metros después salvamos las vías para acabar la etapa. Ponferrada y el albergue parroquial de San Nicolás de Flüe nos recibe (Km 27,3).
Dificultades: Los kilómetros extra de ayer desde Rabanal del Camino a Foncebadón se agradecen hoy, ya que el descenso castiga mucho a nivel muscular. Los peregrinos que vengan de Rabanal tienen la posibilidad de pernoctar en El Acebo, Riego de Ambrós o Molinaseca.
Observaciones:. Desde Molinaseca se puede tomar la señalización oficial hasta Ponferrada.
Qué ver:
Manjarín: Desde 1993, el hospitalero templario Tomás Martínez se encarga de tañer una campana para guiar a los peregrinos hacia su refugio. A la entrada, unos tablones decorados informan sobre las distancias desde Manjarín a diferentes puntos como Santiago, Jerusalén, Roma, etc. En el interior de la cabaña se despliega un pequeño bazar donde comprar algún recuerdo que mantenga vivo Manjarín. Tomás se encarga de sellar credenciales bajo una atmósfera cargada del humo de la hoguera y una pizarra en el interior muestra los diferentes trabajos que se llevan a cabo: oración, limpieza, recogida de leña, etc.
El Acebo: Estético pueblo con tejados de pizarra. El acento de sus habitantes indica que estamos en El Bierzo. La Calle Real es de las más pintorescas de León. El Acebo quedó exenta de pagar tributos al rey a cambio de colocar 800 estacas que indicasen el Camino a los peregrinos. La iglesia parroquial de San Miguel guarda una escultura policromada con que no se sabe bien si representa a Santiago, al Salvador o a San Juan Evangelista. A la salida del pueblo un monumento recuerda al peregrino alemán Heinrich Krausse, que falleció cuando viajaba en bicicleta.
Riego de Ambrós: Situado a 930 metros de altitud, es otro pueblo típico de El Bierzo, con tejados de pizarra y balconadas de madera. A su alrededor se alternan verdes prados con productos hortofrutícolas y la tradicional ganadería. Destacan la iglesia parroquial, con un retablo barroco de 1706 obra de Pedro Santín, y la ermita de San Sebastián.
Molinaseca: A la entrada se encuentra el Santuario de la Virgen de las Angustias, edificio barroco adosado al monte, cuyas puertas fueron forradas de hierro por la costumbre de los peregrinos de llevarse una astilla como recuerdo. Su origen está relacionado con el de una pequeña ermita del siglo XI y gran parte del edificio actual es de finales del XVII. El puente románico sobre el río Meruelo, documentado en el siglo XII y restaurado en 1980, encauza a los peregrinos hacia la calle Real donde se asentaba el hospital. Algunas casas son nobles y están blasonadas con escudos nobiliarios. Destaca también el soberbio templo de San Nicolás de Bari de estilo neoclásico.
Campo: Pueblo en las inmediaciones de Ponferrada, de origen medieval, y vestigios de épocas anteriores, como la fuente romana construida en bóveda y con depósito de almacenamiento de agua situada en pleno Camino de Santiago Francés. En el casco urbano destacan las casas solariegas de los Lunas con escudo de armas y las dos casas de Los Villaboa, una de ellas con torre. En la plaza de Campo está situada la ermita del Santo Cristo del siglo XVIII. Se encuentra la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de La Encina de Campo, del siglo XVII y levantada sobre la antigua iglesia medieval. Consta de tres naves separadas por cuatro columnas de granito y arcos de medio punto. Entre sus retablos destaca el del altar mayor, de estilo barroco-churrigueresco y que da cobijo a la valiosísima talla de la Virgen de la Encina del siglo XVI. También destacan las dos campanas del XVI y XVII y la encina centenaria que continúa creciendo junto al templo.
Ponferrada: La última gran ciudad -casi 69.000 habitantes en 2009- antes de llegar a Santiago, capital del Bierzo. Está emplazada en un antiguo castro y sufrió diferentes invasiones y destrucciones. Durante la ocupación romana fueron famosas sus minas de oro. En 1082, el puente de madera sobre el río Sil es reforzado con hierro, material muy abundante, dando el nombre de Pons Ferrata a la ciudad. El Castillo de los Templarios es testimonio soberbio de lo que significó esta orden en Ponferrada, uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura militar en España. Se ha convertido en la meca de los amantes de los templarios. La Basílica de Nuestra Señora de la Encina, patrona del Bierzo, es de transición gótico renacentista, tiene una elevada torre y el interior consta de una sola nave. Otros valiosos monumentos son el Convento de los Concepcionistas y el Ayuntamiento, al que se llega cruzando el arco del Reloj. En las proximidades de Ponferrada se puede visitar la iglesia mozárabe de Santiago de Peñalba, joya del prerrománico español. Se puede visitar también Ene.Museo Nacional de la Energía, inaugurado en 2011 en una antigua central térmica (1920-1971). La central es un espacio donde se cuenta la relación del carbón con la energía desde los puntos de vista tecnológico y social. Se compone del muelle de carbones, la nave de calderas y la nave de turbinas y su restauración ha permitido la recuperación, para nuevos usos culturales.


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